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Carlos Vaca

Guayaquil - Ecuador

LOS VOLCANES COMO AFLICCIÓN SOCIAL

Este mundo siempre fue, es y será fuego eternamente. Heráclito de Éfeso. Bajo esa premisa de la eternidad del fuego como llama de vida nos sitúa en renovación constante, cuando comencé a trabajar en esta serie que realicé gran parte del año 2020, en nuestro país ocurrió a más de la pandemia y sus consecuencias ya conocidas, la otra peste “la corrupción política”, lo sucedido en el mes de junio pasado es otro avatar que nos sigue persiguiendo hasta hoy con más ahínco. Siempre he relacionado mi trabajo de arte con las vinculaciones entre el mundo natural que nos rodea y el humano, ese mutuo lenguaje en donde ambos se comunican, la naturaleza como escenario y el ser humano como actor pragmático o al azar, siendo el arte un mediador entre ambos, mi mundo el de la creación es un laberinto de dimensiones suscitado por ese accionar de emociones, en este caso situé en dos aristas; el más pragmático la ira y coraje por actos tan bajos realizados por corruptos a costa de vidas humanas, y el creativo donde metafóricamente he utilizado el fuego como acto de liberación, comprimida por sus mismas fuerzas y su ebullición por los volcanes, parte visible por la que nosotros somos testigos en erupciones. Ya en la realización de la obra, la primera parte se desarrolló midiéndome los latidos de mi corazón en un electrocardiograma mientras desaforaba todo mi coraje por estos actos de corrupción política y la segunda parte ya más calmado fue dibujar con carboncillo volcanes de diferentes partes del mundo y del Ecuador, poniendo como pie de página en el papel de dibujo una parte de la gráfica del electrocardiograma, que bien podría leerse también como sismógrafo de tierra, ambas medidores de niveles de energía de vida tanto humana como de volcanes, reflejan una conexión que no es ajeno a nuestro contexto ancestral, dado que Ecuador es un país volcánico y los pueblos precolombinos siempre estuvieron y están identificados con los volcanes como elemento de mayor veneración, de cambio, de destrucción, pero también de vida. Nos afianza aquello que simbolizamos como un ser en conjunto en el pasado y en el mundo contemporáneo, la energía causada por la fricción material – emocional, liberados en el dibujo en flujos explosivos para una contemplación de un proceso personal en mi psique, termino de origen griego ψυχή (psyché) que significa ‘alma humana’ en filosofía.

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Obras

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